jueves, 17 de abril de 2014

EL PREMIO, LA UNION DE EMPRESAS DEL VIDRIO Y MINBAS.


MINISTERIO DE LA INDUSTRIA BASICA.

EL PREMIO, LA UNION DE EMPRESAS DEL VIDRIO Y MINBAS.

Una vez graduado me incorporé al Combinado del Vidrio. Inmediatamente me nombraron Jefe del Departamento de Organización del Trabajo y los Salarios, flamante cargo recién creado a tenor con los cambios que se producían en el país.

Se crea la Comisión Nacional de Implantación del Sistema de Dirección y Planificación de la Economía (SDPE), para llevar adelante la nueva política económica fijada por el primer congreso del partido. Se inauguran los cursos de la Escuela Nacional de Dirección de la Economía, se imponen los precios y tarifas y empieza el ascenso del economista preparado en la Unión Soviética, Humberto Pérez, quien diserta sobre «relaciones monetario-mercantiles y autofinanciamiento», palabras inusuales hasta ese momento, acuérdense que en Cuba en la llamada "lucha contra el burocratismo", se destruyó todo lo que tuviera que ver con controles y contabilidad. Se crea por el Banco Nacional restructurado, la Comisión Nacional del Plan Caja y se trabaja por la recuperación de los controles económico-financieros.

La estrategia de industrialización desplegada con cambio de matriz tecnológica, que en buen cubano significa montar plantas y más plantas fabriles ya obsoletas de diseño soviético o del este de Europa (como era el caso del Combinado del Vidrio), toma forma de tareas de choque y Cuba y la Unión Soviética firman el protocolo comercial más importante en la historia de sus relaciones económicas.

En el campo, las cooperativas de principios de la revolución van languideciendo hasta quedar en unas pocas bajo el empuje de planes integrales, especializados, dirigidos y subordinados al Ministerio de la Agricultura a los que se les asignaban todos los recursos aunque no tuvieran resultados. Sobreviven las cooperativas de créditos y servicios en medio de la creciente desruralización, situación que no tiene marcha atrás y que dura hasta nuestros días. El cooperativismo comenzó a reanimarse a costa del subsidio soviético y se formaron nuevas Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA). Hacia 1987 una tercera parte del campesinado, con casi la mitad de las tierras del sector, estaría colectivizada. Después vendrían otros inventos en la agricultura pero de ese tema que no conozco mucho no voy a hablar. Lo único que se puede decir es que la producción agrícola está sustentada casi exclusivamente en el sector privado, el estatal es completamente ineficiente, eso lo sabe todo el mundo pero el cuartico sigue igualito.


OFICINAS DE JUCEPLAN, HOY MINISTERIO DE ECONOMIA Y ANTES RENTA DE LA LOTERIA.

Tras lograrse en 1978 la segunda mayor zafra de la historia: 7.3 millones de toneladas de azúcar, Humberto Pérez se consagra como ministro-presidente de la Junta Central de Planificación (JUCEPLAN) y en la plenaria nacional de chequeo de la implantación del SDPE es designado vicepresidente del Consejo de Ministros. Se dice que hubo crecimiento sostenido entre 1975 y 1985 a un promedio de 6.7%, pero hacia hacia 1982 el país tiene que renegociar en París la deuda externa con países acreedores de Occidente.

Sin embargo no hay dudas de que en esos años el país entró en los caminos del crecimiento económico y el pueblo comenzó a apreciar las mejoras. No se si fue resultado de estas medidas, de los gigantescos subsidios de la Unión Soviética o la combinación de ambos, el hecho es de que fue realmente una bocanada de aire fresco para la deteriorada situación económica y estimuló a que la gente trabajara más y mejor.

Una prueba de ello fueron las ventas liberadas, la aparición de alimentos que hacía años el pueblo no tenía acceso a ellos con la creación del mercado Centro y la posibilidad de adquirir equipos electrodomésticos y muebles sin tener que acumular méritos laborales. Recuerdo comprar, como una cosa extraña, un pomo de aceitunas y llegar a mi casa con el gran anhelo que de a mis hijos le gustaran. ¡Que decepción! Las probaron y dijeron que estaban podridas, era un sabor desconocido para ellos, pero hoy en día ven las aceitunas como una delicia.


ANTIGUA TIENDA SEARS, DESPUES MERCADO CENTRO.

Tenía por delante un reto importante, lograr que los salarios se correspondieran con lo que aporta cada trabajador, principio básico de la organización del trabajo, que no era un invento socialista ni cubano: la Escuela de la administración científica del trabajo fue iniciada a comienzo del siglo XX por el ingeniero norteamericano Frederick Taylor, a quien se le considera fundador de lo moderna organización del trabajo. Taylor tuvo innumerables seguidores (como Gantt, Gilbreth, Emerson, Ford, y otros), y provocó una verdadera revolución en el pensamiento administrativo en el mundo empresarial de su época y mantiene su vigencia en muchas cuestiones en un mundo tan diferente como el de hoy. Mucha gente erróneamente confundió este proceso científico con la normación del trabajo, cuando esta es solamente una parte de ella y no la más importante.

Lo que se buscaba es que se garantizara que la productividad del trabajo creciera en mayor proporción que el crecimiento del salario medio a nivel social. Pero en mi ámbito de acción eso no dependía solamente de mi gestión, sino también del grado de organización que tuviera la producción. Ahí tropecé con las primeras piedras: los jefes de los talleres.

Los jefes de talleres, personajes muy poderosos en el Combinado del Vidrio tenían por término medio la característica de ser buenos trabajadores, entrenados todos en Hungría y semianalfabetos tanto educacional como mentalmente. Era muy difícil de convencerlos de los cambios que había que hacer y al final no los convencía, los vencía porque el consejo de producción, en el cual había un grupo no muy grande pero si selecto de ingenieros avezados, me daban la razón. Así en alguna medida me fui ganando la mala voluntad de algunos de ellos, pero eso no me importaba.


MAESTROS SOPLADORES DE VIDRIO.

Se logró, a partir de estudios con cierto grado de cientificidad, para lo cual contaba con un grupo de especialistas, entre ellos uno empírico pero de mucha experiencia llamado Cossío del cual hablaré, y otros con bastante agilidad para detectar los problemas y buscarles soluciones, que en un momento en que no se producía ningún incremento salarial si no se había cumplido la premisa de que la empresa presentara al Ministerio de la Industria Básica y al Ministerio del Trabajo un proyecto de Organización Científica del Trabajo (casi una tesis de doctorado) que cumpliera las premisas de incrementar la productividad más que el aumento del salario medio y fuera aprobado por ambas instancias, se autorizaran pagos especiales a los maestros vidrieros, a los albañiles reverberistas y a todos los trabajadores que laborasen en horarios entre las 7 de la noche y las 7 de la mañana. Ya eso fue como enseñarle una chambelona a un niño, la gente vió que algo mejor podía salir de organizar bien la producción y el trabajo.

El proyecto de OCT era laborioso, complejo, de muchos detalles, en los que tenían que intervenir todas las partes que componían una empresa tan compleja y de tan diversos procesos. Encontré por supuesto la mayor cooperación donde estaban los "sesudos", o sea, las áreas de economía y la técnica. Las de producción, administración y servicios nunca sabían o no tenían a nadie que pudiera ocuparse de brindarnos apoyo e información. A lo mejor no saboteaban la tarea pero no les importaba en lo absoluto porque podía representar cambios en su forma de trabajo, el relajo es mejor que el orden.

Al final todo se hizo sobre la base de la imposición, el administrador, un tipo inolvidable Francisco Morales Bello, una bella persona como decía su apellido, les decía: para que nos suban el salario a todos hay que presentar un proyecto de OCT con todas las de la ley; si alguien no quiere que le suban el salario que me lo diga para sustituirlo y traer otro que sí tenga interés y se ponga en función de la organización del trabajo. Y en esos momentos el administrador era a su vez el secretario del Partido así que era santa palabra.

Como un parto doloroso, se culminó más de un año después el mentado proyecto y fue aprobado en su primera presentación, sin enmiendas y con poquísimas recomendaciones. Así que estábamos en condiciones de entrar en dos fases importantes: la reforma salarial y el premio. Para el premio también había que presentar un proyecto de la utilización de sus fondos, pero eso era mucho más concreto y sencillo.


PRIMER TRABAJO DE COSSIO EN NEW YORK

Pero vamos a hablar de Cossío, era una persona ya de cerca de 55 años el cual era una calculadora humana, hacía en el aire multiplicaciones y divisiones de varias cifras y tenía un razonamiento para enfrentar los problemas, que en aquellos momentos me parecía un poco estrecho, pero que hoy en día veo que tenía mucha lógica: decía que todo se resolvía con regla de tres.

La regla de tres es una forma de resolver problemas de proporcionalidad entre tres o más valores conocidos y una incógnita. En ella se establece una relación de linealidad o proporcionalidad entre los valores involucrados. La regla de tres más conocida es la regla de tres simple directa, es de sencillo manejo y puede utilizarse para la resolución de problemas cotidianos de manera efectiva y rápida. No tengo duda alguna de que funciona en casi cualquier cosa, remítase a la prueba en cualquier situación.

A Cossío cuando joven, su padre lo había enviado a una universidad en New York a estudiar. Estuvo bien un par de años hasta que se cansó de estudiar (otro hijo bobo estudiando en el norte), dejó la universidad y se fue a buscar trabajo. Llegó a un bar que frecuentaba y cuyo dueño era un cubano que vivía allá desde los años 20 y le pidió trabajo. Inmediatamente le asignó un trabajo poco común. En New York (no se si en otros estados o en toda la Unión o si existe actualmente) existía una legislación que obligaba a los centros gastronómicos y hoteles a destruir todos los envases de vidrio una vez utilizados, así que el trabajo de Cossío era ir a un depósito sin ventanas y una sola puerta, ponerse unos espejuelos protectores y unos guantes y lanzar contra las paredes botellas de cerveza, whisky, refrescos, agua mineral, en fin todos los envases de vidrio y atender a la persona que recogía esos desechos.

La ley propiciaba que las fábricas de vidrio no tuvieran ninguna limitante en su producción. No se recuperaba ningún vidrio para reciclar ni envases ni vidrio roto. Ahi estuvo un tiempo hasta que consiguió trabajo en un hotel y no recuerdo más de sus aventuras que fueron bastantes y regresó a Cuba a finales de los 50, después de más de 10 años viviendo allá.

Por supuesto que de sus vivencias y de su agilidad en la detección de problemas y la proyección de su solución aprendí muchísimo. También logré incorporar a mi colectivo a dos ingenieros recién graduados Alejandro Chanfrau y Jorge Barrera, que después me seguirían en mis aventuras laborales, así como al hijo de un compañero del periódico Revolución conocido por "Risa" porque siempre estaba riéndose.

Eduardo Alvarez, "El negro" como lo llamábamos porque era negro como un tizón y que había estudiado en la Unión Soviética en una academia militar, donde había causado baja, tenía el alma bien blanca, fue de los puntales que tuve como Jefe de Salarios, al igual que a Elio Revilla en cualquier tipo de tarea, era el apagafuegos. No se por qué para los mítines y actos seleccionaban al negro para que andara tocando una tumbadora por los pasillos y escaleras, porque el se ponía bravísimo porque no le gustaba la tumbadora ni la música de negros, era rockero.

De Risa también tengo que hablar. En el periódico Granma, estando trabajando allá entonces, estaban haciendo la selección de personas para integrar el partido, es decir seleccionando a los que serían posibles militantes del PCC. Risa era una gente muy popular y entusiasta así que enseguida lo propusieron. Risa, con la sonrisa en la boca, como siempre, dijo: lo siento mucho pero yo soy brujero, santero, espiritista y católico y no puedo ser militante del partido. !Se la comió¡ Por supuesto fue desechada la propuesta y Risa en realidad no creía en nada, pero no quería que lo embarcaran.


EN LA BODA DE ELIO, AL FONDO EL NEGRO HACIENDOSE EL GRACIOSO.

EN LA BODA DE ELIO ATACANDO AL NOVIO.

Había otro personaje intrigante y miserable que por su posición política aspiraba a ser nombrada en el cargo que yo ostentaba, pero no tenía el mínimo conocimiento técnico que se requería. Era un tipo flaco, dienzudo y raquítico apellidado Sellés. Entró a trabajar otro técnico, con bastante experiencia pero recién "tronado" vocablo perfectamente familiar para los residentes en Cuba. Algunos argumentan que proviene de destronar y otros de trueno. Y los últimos están confundiendo trueno por relámpago, o rayo, que creo yo que es peor. En la cabeza lo que te cae es un rayo, un relámpago, una descarga eléctrica, pero no un trueno, que al final es sólo sonido de la onda de choque del rayo.

En fin lo habían tronado por causa de su voracidad para trepar posiciones.
Sellés y el personaje cuyo nombre no recuerdo, empezaron a probar fuerzas y se cogieron mutuamente mala voluntad. Un buen día veo que el último tiene cogido por el cuello a Sellés y levantado del piso, casi se le salían los ojos de las órbitas. Me hubiera gustado, sinceramente, que lo ahorcara, pero no podía permitir eso, ahí los separé pero los ánimos no se calmaban, y era que Sellés le había cogido el maletín, lo había llevado al baño y había hecho sus necesidades dentro del mismo. ¿Como supo que había sido Sellés? Muy sencillo, eran como unas cagarrutas de chivo, unas bolitas y el famoso en el combinado por hacer la caca de esa manera, por su flaquencia y mala alimentación era solamente Sellés. Era estreñido mental y físicamente.

La oportunidad la pintan calva, ahí mismo los sancioné a los dos, a Sellés con más saña pues sabía sus intrigas en mi contra y aquello fue ejemplarizante, aunque siempre sabía que sobre todo Sellés esperaba su momento.

Y llegó la felicidad, se subieron los salarios, sobre todo a los dirigentes y vino el momento de los resultados anuales y la creación del Fondo de Medidas Socioculturales, más conocido por "el Premio". El premio consistía en que a partir de los indicadores económicos y de eficiencia y del fondo de salario de la empresa, se creaba un fondo cuyo 70% se distribuía a todos los trabajadores proporcionalmente al salario devengado durante el año y el 30% restante estaba destinado a medidas sociales, como fiestas, estímulos a trabajadores destacados, excursiones y otros.

Había en el Combinado del Vidrio un local en el segundo piso del edificio que ocupaba la dirección de la Empresa, llamado Salón de Protocolo. Allí estaban en vitrinas a lo ancho y alto de las paredes una muestra de todos los productos que históricamente se habían producido. Reconocimientos, diplomas, galardones, y otras cosas de interés. Hasta había una hoja de las que se colocan en la entrada para los visitantes, que no recuerdo ahora que personaje destacado escribió en lugar de su nombre algo así como: "Aquí estuvo inspeccionando esta mierda el General Fulgencio Batista y Zaldivar..." Solamente se dieron cuenta porque el personaje llamó a Morales y ambos se echaron a reír. Es un milagro que un día no sacaran por la puerta las chimeneas del Combinado. Y el jefe de seguridad de la Empresa, un animal con ropa que se creía policía, fue objeto de burla por parte de todo el mundo.


NO ES EL SALON DE PROTOCOLO DEL COMBINADO PERO SE PARECE MUCHO.

Pues ese salón destinado a actos solemnes y recibimiento de visitas fue el destinado para que el personal del Departamento de OTS, que tenía por delante la trabajosa tarea de calcular el premio a recibir por cada trabajador en un tiempo muy corto, pudiera trabajar sin interrupción de ningún tipo, con todas las atenciones, alimentación, meriendas, café, en fin lo que fuera necesario. El trabajo se desarrolló ininterrumpidamente desde las 7 de la mañana cuando comenzaba la jornada laboral hasta casi la medianoche. Las únicas interrupciones eran para hacer las necesidades, y a ese ritmo en 3 semanas sin descansar un día se pudo efectuar la distribución.

Recuérdese que eran alrededor de 2500 trabajadores, todos los que hubieran trabajado al menos 3 meses tenían derecho al premio y este había que calcularlo sobre la base de un coeficiente que reflejara el aporte, por su participación dentro de la ejecución del fondo de salario, al fondo de estímulo creado. A esto hay que sumarle las deducciones por algún tipo de sanción, lo que dejaba de ejecutarse e iba a incrementar el Fondo para medidas socioculturales. Se dice fácil pero todo tenía que cuadrar hasta el último centavo y se repartía más de tres millones de pesos.

Fíjense si aquello me lo aprendí bien, además de haberlo ejecutado tres veces, que ese tema fue el de mi tesis de grado como Ingeniero Industrial. En el tribunal y en la CUJAE nadie sabía ni papa de aquello. Ello ratificó la validez de la cita de Albert Einstein: "La única fuente del conocimiento es la experiencia". Y esa experiencia no la tenía ningun profesor de la CUJAE.

Ese primer año que se repartió el Premio fue toda una fiesta. El máximo a devengar era de tres meses de salario y muchos trabajadores lo alcanzaron. Hay que destacar que en ese tiempo el peso cubano tenía valor, así que era un ingreso considerable. Siempre estaban los inconformes, pero las tres veces que se repartió el premio se trabajó de igual forma y siempre fue satisfactorio el resultado.


MINISTERIO DE TRANSPORTE. MENOS MAL QUE DEJO EN PIE EL EDIFICIO.

Pero llega el año 80 y la sustitución de Antonio Enrique Lussón Battle como Ministro de Transporte después de 10 años en ese cargo. Meses después (parece que no había donde ubicarlo) se efectúa una reunión en el Salón de Protocolo con la presencia del Ministro Joel Domenech, para presentar al nuevo director de la Empresa, el compañero Lussón, comandante de la sierra Maestra, etcétera...
Francisco Morales Bello es felicitado por su gran tarea al convertir al Combinado en una de las empresas más productivas y prósperas del Ministerio de la Industria Básica y lo ubican en una Empresa Papelera que tiene muchos problemas. El premio por los resultados de su trabajo fue ponerlo a pasar trabajo nuevamente.

Lussón parece que todavía no se había dado cuenta de que él ya no era Ministro, trajo a su esposa-secretaria y reubicaron en otro cargo a la secretaria de la dirección y jefa de despacho con experiencia de años. Trajo a su chofer-guardaespaldas y su auto Ford Falcón (una exclusividad en Cuba entonces) equipado con un potente motor de Alfa Romeo, del que hacían alarde abriendo el capó y mostrando lo que había adentro. Y lo peor que trajo fueron sus ineficiencias y costumbres.

Como todo se sabe, aparte de sus incapacidades y errores, se supo el porqué de la democión: Blas Roca, líder de los comunistas cubanos, vivía en una grande y hermosa casa en el reparto Nuevo Vedado, con una piscina a la que tenían acceso todos los muchachos del barrio. Al enfermarse, pide le ubiquen en un lugar más tranquilo preferentemente campestre y por sus influencias le asignan la casa al Comandante Lussón. Por supuesto que ningún muchacho volvió a bañarse en la piscina, le ubicaron (no es exageración, lo oí de su propia boca) dieciséis equipos de aire acondicionado y por supuesto, estas desviaciones ideológicas, sumadas a sus resultados pésimos en la dirección del transporte del país, provocaron su caída. Y no voy a hablar de su vagón especial de tren (solamente lo tienen los presidentes de algunos países) porque ya sería demasiado.


O LE SABIA UN MUNDO A LAS OVEJAS O ESTABA OBSESIONADOCON ELLAS.

Pero en su fuero interno, Lussón se creía muy emprendedor y quería manejar al Combinado como a un Ministerio. Un día me llamó para hacerle un contrato a unos trabajadores que él traía para construir una cerca perimetral en un área de la Empresa donde se botaban los refractarios y el vidrio que no era reutilizable. Al preguntarle para qué, me dijo que era para criar ovejos (como le dicen en la zona oriental del país a los carneros) y que por el trabajo de levantar la cerca se pagarían 5000 pesos. Por supuesto yo y mi equipo éramos bien profesionales calculado el tiempo y el costo de un trabajo determinado y lo que determinamos es que el pago ascendía a 1875 pesos.

Le entregué el estudio a Lussón y éste me dijo que ya él tenía un compromiso con esos trabajadores y le respondí que firmara el contrato él porque eso estaba sobredimensionado y yo no tenía compromiso más que con mi familia. Ahí no paró, entonces me pidió no recuerdo cuántos miles de pesos del Fondo de Medidas Socioculturales para comprar 500 "ovejos". Le expliqué que ese fondo era mancomunado y se gastaba de común acuerdo y según un plan, con el buró sindical y que ellos debían dar su aprobación. Había un personaje, Rebollida, secretario sindical que se las traía y se negó rotundamente. Intervino el Partido y nada, negativa rotunda.

La solución de Lussón ante estos casos y su frenética obsesión con los "ovejos" databa de sus tiempos antes de ser guerrillero, cuando se dedicaba a transportar esos animales en un camión, pero Comandante del Ejército Rebelde al fin, solucionó el caso pidiendo préstamos a distintas instituciones financieras o bancos, realmente no se, pero ejecutó y pagó 5000 pesos por la cerca, compró no sé cuántos "ovejos" y además instaló un equipamiento completamente nuevo para el comedor y la cocina, incluyendo una pizzería, todo lo cual salió igualmente de los préstamos. Cuando Lussón fue sustituido, meses después, lo que le cayó al Combinado del Vidro de auditorías fue un aluvión y se necesitaron millares de papeles para reportar las violaciones, infracciones y otras cosas fuera de lo establecido, pero todo cayó en el saco roto como siempre ocurre cuando el culpable es intocable.

Los ovejos desaparecieron, la cerca hubo que derribarla pues impedía el paso de los camiones para volcar los desechos de la producción y casi todos los equipos comprados para la cocina gigante y pizzería fueron feneciendo, algunos ni trabajaron debidamente nunca. Lo único que perduró fue la deuda gigantesca de la empresa por tantos disparates y los resultados negativos de las auditorías pidiendo sangre para los "rebullones", como en Doña Barbara de Rómulo Gallegos, donde un bobo de nombre Juan Primito que trabaja para la Doña alimentaba unos pájaros imaginarios (los rebullones) para saciar la sed de los malos espíritus.
No sería para los rebullones pero era para pájaros de mal augurio como el que afortunadamente ya no estaba en el Combinado.


EL MENU DE LUSSON. BUENO NO EL SUYO, SINO EL DE LOS TRABAJADORES.

No quiero ni seguir atiborrando al lector con las barrabasadas que hizo, sólo que su actuar ocasionó también numerosos problemas en las relaciones entre los dirigentes y él y entre los mismos cuadros de dirección, porque ese era el momento de los oportunistas, como el jefe de producción Reinaldo Fernández, cuyo nombre coincidía con el del Departamento Técnico. Ambos eran ingenieros químicos, el primero un oportunista de marca mayor y el segundo, Reinaldo el negro una persona decentísima (paradojas del destino). Algunos cuadros vieron el deterioro que se le avecinaba al Combinado y pusieron pies en polvorosa. Yo tomé vacaciones y después un certificado médico. Por esta y otras razones de índole personal tuve una crisis de una enfermedad que realmente me molestaba poco, la psoriasis, pero el estrés que tenía me estaba afectando mucho.

Cuando regresé al trabajo lo primero que hice antes de llegar a mi oficina fue ir a la de Lussón para comunicarle que me trasladaba para la Empresa de Hoteles de Lujo de La Habana (empresa que entonces atendía los hoteles Habana Libre, Riviera, Capri y Nacional). Este me dijo que sabía que me trasladaba por causa de él pero que ya había sido asignado para reincorporarse al ejército y se iba para Angola, que no me fuera, que apoyara a su sustituto, etcétera. Por otras razones incluyendo el que ya estaba en los finales de mi carrera de Ingeniería, no me trasladé, y además porque ya se avizoraban grandes cambios en el Ministerio de la Industria Básica, como así fue, poco tiempo después se creó la Unión de Empresas del Vidrio.


PASION POR LA EXCELENCIA.

Ello formaba parte de la estrategia del nuevo ministro, Marcos Portal, ingeniero avispado y con mucha visión, que al margen de su relación familiar con la familia Castro, había dado muestras de su valía como ingeniero y después como Director de la Empresa de Fertilizantes de Nuevitas. Marcos Portal incorporó a un Ministerio de primera en organización y resultados, las nuevas estrategias de dirección. Imprimió, distribuyó y propició el estudio del libro "Pasión por la Excelencia" de Nancy Austen y Tom Peters y que algunos veían como una especie de herejía.

Entre sus medidas racionalizadoras estaba la creación de Uniones de Empresa en cada rama del ministerio, o sea, electricidad, minería y geología, petróleo, vidrio, fertilizantes, papel, pintura, goma y níquel. Se creó entonces la Unión de Empresas del Vidrio y en la selección de cuadros para ella estuve yo.

El vidrio tenía tres grandes empresas en Cuba, el Combinado del Vidrio, la Orlando Cuéllar (antigua Owens-Illinois en San José de las Lajas, de la que ya hablé y a la que se la había adicionado un taller de vidrio plano de tecnología polaca, que al igual que las del combinado era obsoleta, el vidrio que salía no era completamente traslúcido y tenía ondulaciones, por lo que era de calidad de segunda o tercera si la hay y no servia para espejos ni ventanales elegantes. En esa empresa estaba la mayor experiencia de producción de vidrio en el país, aunque sus sistemas organizativos no estaban a la altura del Combinado, pero si había una inalterable organización de la producción que no había cambiado desde su fundación.

La otra fue una inversión creada con la Unión, por cierto la cual era dirigida por el Ingeniero Ipiña que se nucleó de los mejores técnicos y especialistas que había en la rama. Esta inversión ya se proyectaba desde años antes: la Fábrica de Vidrio Las Tunas, en esa ciudad, con el objetivo de abastecer a las provincias orientales de envases de vidrio y producir para la exportación para países tales como Nicaragua y Jamaica.


EL CERRO DE CAISIMU. DE VIDRIO LAS TUNAS NO HAY NINGUNA IMAGEN DISPONIBLE.

Ya he hablado de alguna forma de Vidrio Las Tunas cuando toqué el tema de los carnavales en esa provincia y la indisciplina de sus trabajadores anteponiendo la fiesta y el ron antes que el trabajo. Vidrio Las Tunas como expliqué tenía la tecnología de máquinas de soplado para la fabricación de envases más moderna de entonces, de procedencia belga y muchos de sus jefes y operarios principales fueron entrenados por meses entre San José y Bélgica. Tenía dos líneas de producción, todo automatizado y gigantescos hornos de 120 toneladas uno y 140 el otro, sistema de control de la calidad automatizado y gran ahorro por el envasado en cartón y plástico.

Dificultades aparte de la influencia de los carnavales en la psiquis de los tuneros (no creo que sea solo los carnavales, sino también el ron, el único lugar donde he visto a dos mujeres en un parque sentadas tomándose una botella de ron a pico es en Las Tunas), la lejanía de sus fuentes de abastecimiento (un tren demoraba dos días para traer desde Pinar del Río la Arena Sílice y por el estilo las que provenían de La Habana o eran importadas). Con tal volumen a mover y el gasto correspondiente en transportación, la planta nunca fue rentable.

Años después pasé por Las Tunas y ví con tristeza que de aquel gigante solo queda una mole de concreto sin puertas ni ventanas, sirviendo como monumento silencioso a lo que pudo haber sido y no fue. Millones y millones de pesos tirados al cesto de la basura.

Tengo muchas anécdotas ocurridas en Las Tunas. Tenía la suerte de que conmigo trabajara en la Unión del Vidrio Alejandro Chanfrau y mi cuñado Ñico, que atendía todo lo relacionado con la emulación y aquello era manejo de recursos por lo que tenía asegurado ese frente. También había buenos amigos como Sergio Sauleda, ya fallecido que era el Jefe de Personal de la Unión. Por el Ministerio de la Industria Básica nos atendía Cheo, un excelente técnico y buena gente también fallecido.

Eramos un cuarteto que sistemáticamente íbamos a Las Tunas a chequear el estado de la inversión de la nueva planta de vidrio. Siempre nos alojábamos en el Hotel Las Tunas, entonces casi recién inaugurado. El hotel tenía muy buenas condiciones y muy buena comida. Como en el grupo había grandes comelones era obligado realizar en cada viaje al menos una competencia de comida, el que más comiera no pagaba nada. Cheo y Ñico siempre eran los campeones, por ejemplo una competencia consistía en una sopa o potaje, arroz, ensalada, vianda frita y varios platos fuertes. Primero un biste de res, segundo una pierna de puerco asada, tercero un pollo en fricasé, un lacón, hasta ballena que hubo una vez, etc. Yo nunca pasé del segundo plato pero Cheo y Ñico eran cuartos bates y uno de los dos siempre ganaba. No se donde metían tanta comida. Ah y todo acompañado de cerveza. Y después había que comerse un postre y un café y fumarse un cigarro o un tabaco que era lo que fumaba Ñico. ¡Todo un campeonato! Ya éramos famosos en el hotel por esas competencias.


HOTEL LAS TUNAS, CENTRO DE COMPETENCIA DE COMELONES.

Como siempre íbamos en avión y a Las Tunas había un sólo vuelo y diurno, bien temprano porque el aeropuerto no tenía luces para operar de noche, pues salíamos a veces en el vuelo de Aerocaribbean que salía de la Habana a las cinco de la mañana y llevaba la prensa diaria. Era un avión An-24 versión militar y de los que se usan para los paracaidistas, pues los asientos eran laterales. Aquello iba atestado de cosas y bien incómodo el vuelo, pero llegábamos a Las Tunas antes de las siete de la mañana y podíamos aprovechar bien el día.

En un vuelo normal de Cubana de Aviación, que salía un poco más tarde, comenzamos a notar cosas extrañas, saltos, ruidos raros y otras cosas anormales. Alejandro se paró y dijo una exclamación algo así como ¡esto se jode! y allá fue Sauleda a burlarse de él y se le quedó el sobrenombre de "Alejandro el Sodomita" por su nivel de achantamiento ante lo ocurrido. No obstante yo creo que todos estábamos bien temerosos de lo que pudiera pasar. El piloto avisó que el avión tenía que aterrizar en Camaguey por dificultades técnicas. Cuatro o cinco horas después nos dieron almuerzo y continuó la espera.

Finalmente ya cuando caía el sol, avisaron que ya había cambiado la pieza defectuosa y que abordáramos rápidamente porque se hacía de noche y a pesar de que entre Camaguey y Las Tunas solo hay unos 120 kilómetros, el avión tenía que despegar nuevamente y regresar a La Habana. Por suerte llegamos sin más contratiempos.

Otra cosa que me pasó con Alejandro y Jorge Barrera fue muy cómica. La Unión del Vidrio radicó durante unos meses en unos locales del Ministerio de la Industria Básica. Pues un día nos encontramos prácticamente tirados unos artefactos y Alejandro dijo: esto es lo que me hace falta para el cacharro. Alejandro tenía un Plymouth creo que del 1955 que su padre le había dado y tenía problemas eléctricos. Asi que cargamos con aquel artefacto. que al final no sirvió para nada.

Al otro día oímos una conversación de Ipiña, el Director de la Unión, donde decía que trajeran a los perros de la policía, porque de los "termopares" que habían recibido se habían robado uno. Ahi mismo vino la diarrea de Alejandro y de todos y nos perdimos unos días en visitas a las unidades. Por suerte ahí se quedó el caso.


MINBAS REFINERIA DE CIENFUEGOS.

La Unión del Vidrio estuvo indistintamente radicando en una parte del Ministerio en Carlos III, después en una casa en el reparto Miramar y al final regresó a sus orígenes, el Combinado del Vidrio de La Lisa.

A Lussón lo mandaron a Angola, lo hicieron general, héroe de la república y ahora es Vicepresidente del Consejo de Ministros atendiendo el sector del transporte???????? Ojala haya aprendido algo, pero sinceramente no creo. Si usted es un "histórico" no importa que sea un burro o un negligente o algo peor: un delincuente. Siempre la historia va a estar por encima de todo. Y como sabemos la historia se valora según el que la cuente.

Una anécdota que vale la pena contar.

Un sábado donde despues de la jornada que terminaba al mediodía, había un trabajo voluntario, se me ocurrió llevar a Alexander y Carlitos entonces de unos 10 y 5 años respectivamente, a que conocieran donde trabajaba. Tomamos la guagua bien temprano hasta Cerro y Boyeros, caminamos hasta la estación ferroviaria de Cienaga y cogimos un tren que iba hasta Guanajay nos dejaba a un costado del Combinado del Vidrio. En otras ocasiones iríamos hasta Guanajay para dar el paseito, comernos una pizza y regresar, pero ese día fuimos a mi oficina, donde los muchachos se sintieron muy a gusto, sentados detrás del buró como si ellos fueran los jefes y recuerdo que Alexander me decía, así si es bueno trabajar y y le dije pero nadie llega aquí en paracaidas, hay que estudiar y trabajar duro para llegar a esto.
El caso es que estaban los muchachos jugando con los teléfonos y se aparecen dos personajes: Pepe el gordo, técnico en salarios que trabajaba conmigo y Silverio Domínguez (casi nombre de torero) que era Jefe de Finanzas y le dicen a los muchachos, a los que sorprenden teléfono en mano: ¿Quién de ustedes llamó a los bomberos que la policía está buscándolo? Hasta el día de hoy les dura el susto a los muchachos de esa broma. Silverio era hermano de la directora del Ballet de la Televisión Christy Domínguez y tan feo como ella, era también secretario del núcleo del Partido y un buen jodedor pero bien joven le dió un infarto y murió.

Hasta ahí mi relación con el vidrio, porque pasé a trabajar al ministerio, donde dentro del Viceministerio de Recursos Humanos se creó un departamento que atendía los estudios de organización del trabajo, las relaciones con el Centro para la Investigación Científica del Trabajo, la preparación de técnicos en recursos humanos en general y la emulación y estimulación del trabajo, así como las relaciones con el Sindicato Nacional Químico-Minero-Energético. Estaba entretenida la cosa.


MINBAS. PLANTA NIQUELIFERA DE MOA.

Allí pude cohesionar a un par de ingenieros jóvenes y entusiastas como lo eran Paquito y Rebollida, los cuales generaban muchas ideas y les gustaba lo que hacían. Allí pase yo diría los dos mejores años de mi vida en cuanto al trabajo se refiere, muchas satisfacciones, un colectivo muy unido y entusiasta, y las mejores condiciones de trabajo y organización que era lo que caracterizaba al Ministerio de la Industria Básica por encima de cualquier otro Ministerio, el MINBAS, que heredó la organización de la desaparecida Compañía Cubana de Electricidad, subsidiaria de la Electric Bond and Share y tuvo ministros lo suficientemente inteligentes para no dejar perder su mayor valor.

Los chequeos de emulación era la actividad más entretenida que tenía aquel trabajo, la menos científica sí, pero como se divertía uno en ellas, aparte de que nuestra función era meramente de controlar que todo transcurriera en orden y dentro de los reglamentos al efecto, siempre de acuerdo con la valoración del Sindicato Nacional, con cuyos especialistas se trabajaba de conjunto.

Eran épocas de abundancia, más las posibilidades que daba el fondo para actividades socioculturales y el premio, hacía que los chequeos de emulación ramales fueran todo un éxito. Siempre culminaban con grandes comelatas y cada sede quería hacerlo mejor que la anterior. No era extraño que los organizadores del evento se guardaran para su consumo un puerquito y varias cajas de cerveza checa Pilsen, entonces de moda y por supuesto el del sindicato llevaba su parte también.


PLAYA DE TARARACO EN SANTA LUCIA, CAMAGUEY.

No se me olvidan el de la Unión de Fertilizantes celebrada en la playa Tararaco en Santa Lucía, Camaguey. Toda la playa parecía una película americana con comidas de todos tipos y muchas luces. Puercos asados, pargos asados y fritos, cubos repletos de camarones, con majúas fritas, ostiones, masas de cangrejo, colas de langosta, tanques de acero de 55 galones de capacidad picados a la mitad y llenos de cerveza con mucho hielo, en fin, que más pedir. El acto no duró más de 10 minutos y fue en la propia playa, el resto fue la comelata. Desde mi ventana en el hotel veía como al amanecer todavía había gente tomando cerveza y comiendo lo que ni un batallón podía consumir.

Otro chequeo famoso fue el del Vidrio en el Cerro de Caisimú en las Tunas. Era puerco y carne de res en todas sus variedades y formas. Bandejas de tostones y chicharrones. Y barriles de cerveza y ron. Lo máximo. Y otra con una anécdota curiosa: el chequeo del petróleo se celebró en Cienfuegos en la recién inaugurada refinería de esa ciudad. No había allí todas las condiciones aún y se celebró en un reparto recién construido en ese entonces en la ciudad. Con nosotros iba un personaje del área de capacitación para reconocer el importante adiestramiento que había habido en esa inversión. Era un chino de apellido Sio, lo que si recuerdo es que mis ayudantes (Paquito y Rebollida) hablaban de que era un infiltrado y venía a fiscalizarnos, yo no lo creo porque lejos de vigilarnos, después de terminado el acto formal, fue el primero (nadie se atrevía) en atacar las mesas buffet que allí habían preparado, pero no solo en atacar, llevó un maletín y lo llenó de jamón, queso, chorizos, ni se cuántas cosas. El chino Sio era temible pero no en lo que pensábamos.

No puedo pasar por alto una de las experiencias más interesantes de toda mi vida.
El centro de Investigación Científica del Trabajo elaboraba una tesis sobre el trabajo de los mineros en Cuba y necesitaba elementos que avalaran algunos aspectos del trabajo. Para ello me dispuse a ir a la mina más profunda de Cuba y compartir con ellos toda una jornada de trabajo. Me dirigí a la Mina de Matahambre en el pueblo de igual nombre en Pinar del Río. Llegué al atardecer y me preparé para entrar en la mina en el turno de 6 de la mañana a 12 del día. Allí se laboraban turnos ininterrumpidos de 6 horas.


MINBAS. MINAS DE MATAHAMBRE. ABAJO EL PUENTE COLGANTE SOBRE LA PRESA.


La Mina de Matahambre era el mayor en Cuba de su tipo. La explotación de sus vetas cupríferas comenzó en 1912, constituyendo la mina más profunda del país y una de las más profundas de América Latina, alcanzando los 1553 metros de profundidad.
Me recibió el jefe de la Mina, para mí que un hombre de unos 60 años, resulta que era contemporáneo conmigo que tenía entonces 38 años. Estaba flaco, pálido y bien arrugado. Era ingeniero en minas y había estudiado en la Unión Soviética. Ya por ahí saquen conclusiones de lo duro que es el trabajo en una mina.
Me puse el traje de minero, botas, casco con linterna, una pica y un pequeño balón con oxígeno. La mina en esos momentos estaba siendo explotada en su nivel 15 o sea, galerías a más de 1500 metros de profundidad. Un solo elevador subía y bajaba a los mineros y al mineral, su andar era lento, casi media hora para bajar al nivel 15. A medida que bajabas sentías que te faltaba el aire y esto según los mineros es lo normal, tenías que respirar más profundamente y más seguido que lo habitual y sin embargo sentías el aire húmedo y escaso.

Las medidas de seguridad eran incontables y todas se cumplían, el momento más difícil era cuando había una detonación y eso era en todos los turnos. La parte superior o exterior de la mina es una presa con agua abundante, esa agua llega por tuberías a todos los niveles de las galerías y cada grupo de trabajo cuenta con una manguera. Es curioso verlos como se echaban reiteradamente agua por chorros por dentro de la ropa y las botas para refrescarse, por supuesto que yo también lo hice y me sentí mejor. Terminó el turno sin incidentes notables, aunque a mi me pareció una eternidad. Cuando salimos era obligado hacer dos cosas, darte un baño e ir a comer y a tomarte no menos de 2 o 3 jarras de cerveza bien fría. Ambas cosas te permiten recuperar las grandes cantidades de sales que se han perdido a temperaturas extremas y por la falta de oxígeno.

La comida recuerdo que era variada y bien abundante y podían comer todo lo que quisiera. Yo comí muchísimo queso y bisté de res y me tomé no se cuántas jarras de cerveza, nos quedamos conversando y llenado una serie de documentos y encuestas que luego serían procesadas por la psicológa que trabajaba conmigo, compartiendo con el jefe de la Mina y el jefe de turno y así llegamos hasta el anochecer.

A esa hora no se si el cansancio o la cantidad de cerveza hizo que me sintiera bien mareado y que el piso se moviera interminablemente. Me acosté a dormir y en la mañana bien temprano salí de la casa de visita donde me hospedaba y me di cuenta que efectivamente el suelo se movía: había atravesado desde la mina hasta la casa de visita por un puente colgante bien largo situado encima de la presa, por supuesto que tenía que moverse.


GALERIAS DE UNA MINA DE COBRE

El trabajo se concluyó, y yo concluí que el trabajo más duro que podía hacer un hombre era el de minero, pero creo que la demora en aplicar su dictamen fue suficiente para que ocurriera lo inevitable. La mina fue cerrada en 1997 por el agotamiento de sus reservas rentables.

Y vinieron los tiempos que precipitaron un cambio: Humberto Pérez González fue destituido por discrepancias estratégicas e ideológicas después de analizar públicamente los obstáculos y mecanismos opuestos a la descentralización que impidieron la plena implantación y el despliegue del Sistema de Dirección y Planificación de la Economía. Ante ello el poder lo apabulló con esta interrogante: si los mecanismos iban a promover el desarrollo ¿qué papel van a jugar los cuadros del partido?". Volvimos al voluntarismo y la centralización extrema. Casi casi estamos ahí todavía.

Antes de finalizar este artículo sobre el MINBAS voy a contar una anécdota que no tiene precisamente que ver con el funcionamiento de ese Ministerio pero sí en los valores que se iban inculcando en los trabajadores ya en esos tiempos. Llegó a mi departamento o más bien asignaron una secretaria. Era una muchachita joven que había tenido un niño recientemente. El primer día nos llamó la atención que no merendaba ni almorzaba (la calidad de la gastronomía y las condiciones del comedor eran excelentes y bien barato). Al día siguiente conversó con alguien de que no tenía dinero para ningún gasto hasta que cobrara. Pues todos nos sentimos apenados por la situación y un día uno y el siguiente otro, íbamos haciéndonos cargo de su alimentación. Al llegar el día de cobro nos sentimos aliviados pero sorpresa, estaba de lo más contenta porque se había gastado todo el salario en ropas que comprara en la tienda cercana conocida como "la casa de los tres quilos", lugar donde la casa ya no vendía cosas de tres quilos, sino más bien de calidad y caras. Creo que no merendó ni almorzó más a costillas nuestra.

Pero como todo lo bueno se acaba (y por suerte lo malo también, aunque siempre demora más), vino una nueva ola de reestructuración en el Ministerio acorde a como soplaban los nuevos vientos y el Ministerio redujo su plantilla, las actividades que hacíamos unas se integraron con otras y algunas simplemente dejaron de hacerse. Me dieron opciones y acepté la que creí más conveniente aunque no favorable: irme de jefe de organización en la Unión del Papel. Morales, el ex director del Combinado del Vidrio, entonces director de la Unión del Papel quiso me fuera con él, y yo decidí ir pues, entre otras cosas, el trabajo me quedaría a diez minutos de mi casa.


PAPELERA CUBANA DE PUENTES GRANDES, LA MAS ANTIGUA.

Aciaga decisión, pues apenas unos meses después vino una nueva reorganización, y a las Uniones se les imponía debían radicar en una Fábrica para aliviar los aparatos administrativos y a la Unión del Papel le correspondía la fábrica de cartón y cartulina de Santa Cruz del Norte. Ahí surgieron promesas de asignarme un carro nuevo, no se cuántas cosas, pero ya no me engatusaban más. Comencé a buscarme otro trabajo y podía, con mi experiencia y conocimientos escoger algo bueno.

Fue así que comencé a trabajar en el Instituto Cubano del Libro. Toda mi vida me ha perseguido el libro y yo lo he perseguido a él también.

CARNES DEL MINBAS Y DEL COMBINADO DEL VIDRIO.











INSTITUTO DE ORGANIZACION DEL TRABAJO Y LOS SALARIOS.


INSTITUTO JULIAN GRIMAU EN SU ENTONCES SEDE DE CUBA Y OBISPO.

INSTITUTO DE ORGANIZACION DEL TRABAJO Y LOS SALARIOS.

"La organización del salario en el socialismo requiere una concepción integral a nivel de toda la economía de forma tal que se logre, dentro de las limitaciones actuales de la ciencia del trabajo, la máxima aproximación entre el salario y el aporte laboral del trabajador y, consecuentemente, que a trabajos iguales correspondan salarios iguales".
DrSc. Lázaro Gonzalez.

Este destacado científico de estudios del trabajo estaba bien claro de cuál era el camino. Al menos en esos momentos le hicieron caso, pero solo en ese momento.

Nuestro destacado escritor y periodista Leonardo Padura ya lo había señalado en un artículo: "Hace años los cubanos formularon una máxima para describir su relación laboral con el Estado: tú (el Estado) haces como que me pagas y yo (el ciudadano) hago como que trabajo. De esa forma tan sintética y precisa se resume la reciprocidad de los trabajadores con los salarios irrisorios, totalmente insuficientes, que reciben por su condición de obreros, técnicos y profesionales dependientes del principal empleador existente en el país, o sea, el Estado. Mucha gente seguirá haciendo como que trabaja sin trabajar, robándose lo que pueda o emigrando tras el dinero que le puedan pagar otras tareas… u otros empleadores, dentro o fuera del país. Esa es la única forma que tiene la gente de ponerle el consabido cascabel al gato incapturable del viejo refrán."

Después de la estrepitosa zafra de los 10 millones, el país tomó conciencia de que se hacía necesario tomar medidas que permitieran institucionalizar el país y a su vez impulsar el desarrollo económico y dejar de lado los métodos voluntaristas, al menos se tomó conciencia de ello.

PLANES QUINQUENALES.

Humberto Pérez, un economista formado en Moscú, fue el principal arquitecto de la creación de sólidas instituciones de planificación económica dirigiendo la Junta Central de Planificación (JUCEPLAN) e inició el primer plan quinquenal, impulsando el Sistema de Dirección y Planificación de la Economía, copiado de las reformas introducidas en la Unión soviética en los años anteriores y que propulsaba la descentralización económica y el autofinanciamiento, buscando la solución al gran problema de la economía socialista: la ineficiencia.

Es en esos momentos que se incorpora dentro del Sistema de Dirección de la Economía un fuerte impulso a la organización del trabajo y los salarios, a partir de las extremas desviaciones que ella tenía, sobre todo en lo referente a la retribución salarial como forma de redistribución de la renta nacional y el papel motivador que debe llevar en sí.
Se preparan las condiciones para introduccir proyectos de Organización del Trabajo y los Salarios (OTS) en todos los sectores y ramas de la economía como premisa para la implantación de un reordenamiento salarial que estuviera acorde con el principio de distribución socialista, que al final no se diferencia mucho del capitalista: usted recibe en proporción a lo que aporta, en cantidad y complejidad.


AULAS DEL INSTITUTO.

Parte importante de ello fue la creación del Instituto Técnico de Organización del Trabajo "Julián Grimau" en el cual comencé a estudiar. Los estudios eran bastante completos y de él formaban parte numerosos trabajos prácticos relacionados con la temática, por lo que se daban clases 3 días a la semana y 3 se dedicaban a este tipo de trabajos, del que se se hicieron numerosos proyectos y se sacó una buena experiencia.

Pero como todo en Cuba se subordina a poner parches donde hay un hueco, estos trabajos prácticos se suspendieron a pesar de ser la parte más importante, pues era la aplicación práctica de lo que se estudiaba. Hay que aclarar que todos los alumnos eran trabajadores activos y cobraban su salario por estudiar, además había representación de todo el país, es decir alumnos desde Pinar del Río hasta Baracoa, muchos de ellos becarios internos, pero eso, al igual que con la zafra de los 10 millones y las posteriores movilizaciones agrícolas no importaba (parece que tampoco habían estudiado a los clásicos del marxismo, donde plantean la importancia de los costos en cualquier sistema económico).

Es por ello que abruptamente se interrumpieron los ejercicios profesionales y los tres días dedicados a ello se convirtieron en días de trabajo como estibadores en los muelles del puerto de La Habana. En esos momentos estaba en crisis la llamada cadena puerto-transporte-economía interna. Así que había que poner a quien fuera en función de despejar los almacenes del puerto, para a su vez evitar el congestionamiento existente con barcos en espera de atracar y descargar y el pago de estadía por ello.


EL PUERTO DE LA HABANA EN LOS AÑOS 80 ESTABA SIEMPRE CONGESTIONADO.

Al principio la gente buscaba la manera de enfermarse aunque fuera uno de los tres días, pero pronto hasta eso evitaron por varias razones. Una el trabajo no era ni mucho menos para matarse. Siempre había oído uno hablar de los estibadores del puerto como un trabajo durísimo, pues parece que los estibadores del momento lograron ablandar ese tipo de tarea, si eso era así y ellos cobraban salarios buenísimos por esa labor, ¿por qué nosotros íbamos a hacérsela a ellos?
Otra razón es que de una manera u otra la gente se la agenciaba para aunque fuera en los bolsillos llevarse aunque sea media libra de garbanzos o una lata de sardinas, o tomarse o comerse cualquier latería que hubiera en los muelles y cuyos envases estaban completamente canibaleados. Fresas naturales (algo exótico en Cuba), aceitunas rellenas, anchoas, leche condensada con chocolate, espárragos, carne prensada, eran los objetivos preferidos, tanto de los trabajadores de los muelles como de nosotros.

Como jefe del un grupo tuve que intervenir numerosas veces por detectarse a alumnos con cargamentos en los bolsillos, broncas con los estibadores y hasta una vez que abrieron cajas que contenían el exquisito cognac armenio (entonces soviético) Ararat y pasarle la mano al jefe de los almacenes del puerto pues hasta casos de alumnos medios curda o curdas completo existieron.


CARNE DEL INSTITUTO JULIAN GRIMAU.

Solamente en el trimestre final del curso, al final de los dos años, suspendieron esos trabajos y nos dieron tiempo para hacer un proyecto final.

Pero tuve muy buenas experiencias en los estudios y también en el intercambio con mis compañeros, ahí había desde trabajadores de una empresa agrícola, hasta otros de la industria eléctrica o de la planta de níquel de Moa, con una participación mayoritaria de personal de la Industria Básica y la Industria Ligera.

Cuento algunas anécdotas, siempre se hacen afinidades y una de ellas fue con Bernardo, y Denis, un amigo nuestro que era de la Empresa Agropecuaria Horquita en las cercanías de Cienfuegos, al que a menudo dejaba irse los viernes y no concurrir al muelle los sábados para que tuviera más tiempo con su familia, en particular con su hijo recién nacido; nos invitó a a comernos un puerco a casa de su padre, que vivía en plena ciénaga de zapata y fuimos bien contentos.


UN PAISAJE MUY PARECIDO A LOS ALREDEDORES DE LA CASA DEL PADRE DE DENIS EN LA CIENAGA.

Era tremenda aventura y además estaba acordados traernos una pierna de puerco cada uno, por lo que fuimos con un maletín propio de escuela, tomamos el ómnibus para Aguada de Pasajeros y de ahí una guaguita que iba hasta Horquita. En Yaguaramas nos esperaba Denis, eran cerca de las 4 de la mañana, tomamos un carretón de caballos que hacía el viaje hasta Horquita y de ahí, ya adentrándonos en la ciénaga, caminamos como dos horas hasta que llegamos a casa del padre de Denis. Era un lugar completamente salvaje, en el medio de la nada, no había electricidad ni caminos, pero el padre y la madre disponían de comida abundante y sobre todo de la tranquilidad y paz que da el campo.
El puerco que nos ibamos a comer ya estaba muerto y estaban asando la mitad delantera y las costillas. El padre de Denis tomó un machete, cortó un racimo de plátanos machos y sacó malanga de varias plantas, así como naranja agria, ajos y cebolla. Y comenzamos a conversar y a tomar aguardiente, no me gusta pero era lo que se tomaba allí.


EL PUEBLO DE HORQUITA EN CIENFUEGOS.

Así que nos pasamos el día tomando, comiendo chicharrones y tostones hasta que estuvo asado el puerco y comimos hasta saciarnos con malanga con mojo criollo creo que no olvidaré nunca esa comida. Sacando cuenta nos habíamos tomado 6 botellas de aguardiente entre tres y llegaba el momento de la partida. El efecto del alcohol más la llenura de tanta comida sabrosa, nos tenía medio desorientados. Denis cogió los dos perniles, bastante grandecitos y sacamos nuestros maletines con las respectivas bolsas de nylon. Ninguno de los dos maletines fue capaz de asimilar tan gran botín, así que la pierna se salía y se veía. Era verano, así que no había un abrigo o algo para taparlo, pero así montamos en dos yeguas, en una ibamos Denis y yo y en la otra Bernardo que era más gordito. Menos mal que eran yeguas bien mansas, porque yo no sabía ni por donde iba.

Llegamos al poblado cerca del anochecer e hicimos el viaje de regreso desde Yaguaramas a Aguada de Pasajeros, tras una larga espera por la guagua y no se cuántos cafés para espabilarnos. No he dicho que en ese tiempo estaba todavía fresca la secuela de la fiebre porcina, por lo que la cría de cerdos estaba bien controlada y el andar con carne de cerdo era penado. Así que con tremendo susto e intriga, como si fuéramos narcotraficantes o algo así, entramos a la espera del ómnibus para La Habana, nos recostamos encima de los maletines escolares para que nadie viera lo que había dentro pero siempre con el temor de que lo revisaran a uno. Por supuesto a esa hora pasaron policías y más policías, pero nos hicimos los dormidos, cosa que no nos costó mucho trabajo, y tuvimos suerte que pudimos llegar a nuestras casas satisfechos por el viaje, la compañía, la comida y el botín preciado.


IMAGINENSE UN MALETIN COMO ESTE CON LA PIERNA DE PUERCO SALIENDOSE Y SIN PODERLO CERRAR.

Otro personaje del que no puedo dejar de hablar es Florentino Villamil. Era de las personas de mayor edad en el aula y había sido durante muchos años sobrecargo de buques de la flota mercante cubana. Es por ello que tenía un estándar de vida fuera de lo común en esos tiempos en Cuba. Florentino iba diariamente en una moto MZ y otras veces iba en su VW flamante. Me contaba que lo había comprado en Holanda al increíble precio de 40 dólares. Aparentemente había sido de una compañía publicitaria pues tenía un radio amplificador Blaukpunt el cual él solo valía varias veces los 40 dólares (Blaukpunt o Punto Azul era un radio alemán que era sinónimo de calidad y solo lo traían los autos de lujo).


VOLKSWAGEN ESCARABAJO DE 1965 COMO EL QUE LE CHOCARON A FLORENTINO. ABAJO EL FORD INTERCEPTOR QUE LE DIERON POR REPOSICION.


Hicimos buena amistad y ayudaba a Florentino en los estudios y muchas veces me llevaba o me iba a buscar a la casa. Un día me cuenta que iba por el Vedado por la calle 23 y le salió, llevándose la luz roja, un jeep de la policía y le dió de lleno al VW, dejándolo hecho polvo. Por suerte solo tuvo un esguince en una mano, pero ahí comenzó su calvario para que le arreglaran o le repusieran su carro. En esos momentos se estaba ensamblando en Cuba una especie de jeep con carrocería plástica y con motor VW que lo bautizaron como Montuno y no es que fuera algo de lo común, pero en su interior lo que había eran motores y cajas de velocidad Volkswagen producidas en México y ello era una exclusiva que tenía el Ministerio del Interior.

La solución final fue no arreglarlo ni reponerlo, por supuesto algún personaje del Ministerio del Interior vió en ello la oportunidad de legalizar lo suyo y le ofrecieron como compensación un Ford Interceptor de 1959, que eran los autos que usaban las patrullas policíacas ya desechadas, en muy buen estado y con un radio Motorola con amplificador en las cuatro ruedas, un supercargador y un tanque de gasolina doble. Aquello lo deslumbró, y a pesar de que le dijimos que siguiera insistiendo en lo del VW, aceptó el trato.


JEEP MONTUNO, TODAVIA EXISTEN MUCHOS EN CUBA

Por supuesto el Ford estaba impecable, pero se necesitaba un dineral para mantener aquel monstruo tragador de gasolina, así que solo lo caminaba esporádicamente y al final lo tuvo que vender....para comprarse otro VW pero mucho más viejo.

Tuve la suerte de ser nuevamente el estudiante más destacado y en la graduación en el Ministerio del Trabajo me correspondió dar el discurso de turno, lo cual hasta salió en el periódico.

Dos conclusiones positivas de la "Julián Grimau": estaba preparado para retos laborales superiores y ahora si no había quien me parara en mi meta de hacerme Ingeniero.


ADIOS A LA ADUANA, YA NO TENDRIA QUE ECHARME MAS SACOS AL LOMO.

COMBINADO DEL VIDRIO



COMBINADO DEL VIDRIO

En el lejano 1818 se creó la Empresa Owens-Illinois en Cambridge, Massachusetts. Poco a poco fue posicionándose como líder mundial en fabricación, primero de envases y después de cualquier tipo de vidrio, incluyendo vidrio plano y pantallas para televisores o vidrio destinado a al transporte automotor y hasta vidrio blindado o de seguridad. En 1958 incursionó en su primera planta fuera de los Estados Unidos y fue precisamente en San José de las Lajas donde se construyó la primera y entonces única fábrica de producción de envases de vidrio en Cuba.

La planta contaba con una modernísima tecnología para la época y era, a diferencia de las plantas similares, una industria muy limpia, eficiente y poco contaminadora del medio ambiente.
En esos momentos San José de las Lajas tenía un boom económico notable, muchas industrias habían asentado allí sus fábricas, existiendo industrias de cerámica blanca, cables telefónicos y eléctricos, numerosas fundiciones, fábricas de neumáticos y calzado de goma, procesadoras de leche y una fuerte ganadería y agricultura.

Hay que destacar, y esto lo conocí posteriormente al comenzar a trabajar en la industria del vidrio, dos cosas importantes:

- la Owens-Illinois abastecía prácticamente a la totalidad del país en envases de vidrio destinado a productos alimenticios, bebidas, cerveza y refrescos y en una buena medida envases para la industria farmacéutica, recuerdo haber visto detalladamente el inventario de productos históricos producidos en esa planta y ahi estaban todas las bebidas, refrescos,leche y cervezas conocidos.
- la materia prima llegaba cada dos días en vagones de ferrocarril a través del ferry de Cayo Hueso-Habana, dentro de los cuales las diferentes mezclas para procesar los distintos tipos de vidrio, venían en sacos, por lo que la materia prima tenía un procesamiento completamente libre de contaminación, y un flujo muy rápido, lo que daba además un vidrio de mucha calidad, con un porciento de artículos defectuosos muy bajo.

Quiere esto decir que la industria del vidrio en Cuba daba abasto solamente con la producción de parte de los envases requeridos para las industrias alimenticia y farmacéutica y no se producía otro tipo de vidrio ornamental, de uso doméstico, vidrio plano y otras formas de este material, todo lo cual había que importar.


PLANTA SIMILAR A LA OWENS-ILLINOIS EN SAN JOSE DE LAS LAJAS.

Pero vamos a mi relación con el mundo del vidrio.

En el año 1971 ejecuté mi traslado hacia la Empresa de Vidro de la Lisa, más conocida como el Combinado del Vidrio.
En esos momentos los movimientos laborales eran exclusivamente mediante traslado, no podía renunciar a su relación laboral, solamente podía ser expulsado por sanción o solicitar traslado, por lo que había que esperar que a uno le concedieran el traslado o si no resignarse a continuar trabajando donde usted estaba, aunque no le gustara o no fuera debidamente retribuido o no cumpliera sus expectativas.

Pero me concedieron el traslado y me presenté en el departamento de Personal. Ahí me informaron que me tenían destinado a un curso de dos años de duración para prepararme como técnico en Organización del Trabajo y los Salarios, pero éste no comenzaba hasta el mes de septiembre y era el mes de abril. Ello implicaba que tenía más de 4 meses por delante en el que había que asignarme trabajo. Pero parece que o no llegué en muy buena hora o querían probar mi disposición ante el trabajo.

La producción de vidrio es una producción continua, no puede interrumpirse de ninguna manera, pues el vidrio se funde a una temperatura de alrededor de 1500 grados centígrados y debe estar líquido para ser conformado. Si se enfriara esa mezcla tendríamos una masa cristalina bien fuerte. Debido a este proceso, los grandes hornos de fundición de vidrio (compuesto básicamente de arena sílice, silicatos y carbonatos sódicos y feldespato, así como otros elementos en menores cantidades según el tipo de vidrio a crear), y en las paredes de los hornos (que pueden ser de decenas y cientos de toneladas métricas de capacidad) acumulan en sus conductos restos de dicha combustión, por lo que hay que hacer mantenimientos periódicos sin apagar el horno (en caliente) y el horno, compuesto de diferentes tipos de ladrillos refractarios, está diseñado para un tiempo de explotación o vida útil, pasado el cual hay que demolerlo y reconstruirlo.


HORNO DE FUNDICION DE VIDRIO

HORNO DE RECOCIDO DE VIDRIO PARA DARLE A LOS ARTICULOS EL TEMPLE NECESARIO.

Pues llegué precisamente en el momento en que se iba a comenzar una demolición y reconstrucción de un horno, así que hacía falta mucha mano de obra y un trabajador sin contenido fijo era el ideal para ser ubicado allí. La tarea duró casi tres meses, así que tuve un mes y unos días para recuperar mis desbaratadas manos y aliviarme el dolor de espalda, porque nunca había hecho ese tipo de trabajo.

El Combinado del Vidrio “Amistad Cubano-Húngara” se comenzó a construir en 1964 con un diseño con capacidad de 17 mil toneladas de artículos de vidrio hueco al año, que comprendía vasos y otros artículos para el hogar, frascos, ámpulas, ampolletas para inyecciones y frasquitos para tabletas. Junto con el primer horno se pusieron en marcha la Casa de Mezclas, Servicio de Bombeo de Petróleo, Planta de Tratamiento de Agua, Casa de Calderas, Transformadores y Oficinas. El combinado comprendía tres grandes vidrierías y dos talleres, uno para elaboración de tubos y otro de mantenimiento, incluyendo un gigantesco taller de maquinado.

La Casa de Mezclas ocupa un edificio de seis plantas con un área amplia y un almacén de casi 20 metros de alto con una grúa eléctrica para trasbordar las materias primas desde los trenes de carga, que llegan a uno de sus laterales, (fundamentalmente desde el yacimiento natural de arena sílice en El Salado, Guane, lo que constituye cerca del 70 por ciento de la materia prima a consumir en el proceso) a un tanque depósito, construido de hormigón prefabricado, con capacidad de 6 mil metros cúbicos. La fábrica cuenta con tres chimeneas de 50 metros de altura. El tanque de agua elevado es de 200 metros cúbicos de capacidad. Está situado sobre una columna de 39 metros de altura lo que da una buena cobertura a la demanda de la planta.
El combinado ocupa 26 hectáreas, con numerosas calles interiores, pavimentadas de hormigón, contando con su correspondiente sistema de acueducto y alcantarillado. Con la puesta en marcha a mediados del año 1966 del primer horno y con ello de la primera fase de este combinado, se puso en marcha una de las mayores y más complejas inversiones de la Revolución hasta ese momento.
En esa suerte de combinado comprado en Europa en tiempos del Che como Ministro de Industria, luego fundada de manera oficial en noviembre de 1968, se elaboran anualmente unos 20 millones de frascos para medicamentos.


VIDRIO SOPLADO ARTESANAL.

Pero el equipamiento no era viejo...sino antiquísimo. Las máquinas y la tecnología eran de antes de la Segunda Guerra Mundial. Los propios trabajadores, muchos de los cuales fueron entrenados en Hungría, refieren que en los años 60 cuando estuvieron allá, ya esa tecnología no se empleaba por obsoleta y gran consumidora. Así que esta por ver que clase de "amistad" era la cubano-húngara.

La línea A producía exclusivamente vasos. Cuba se llenó durante muchos años de los vasos que allí se producían. Para romper la monotonía, se comenzaron a pintar estos vasos con pintura acrílica en un taller situado en Wajay y adscrito al Combinado.

La línea B producía igualmente artículos de mucha masividad como dulceras pequeñas y grandes, ceniceros y jarrones, igualmente Cuba se atiborró de esos productos. También allí se producían frascos pequeños para medicamentos y para sueros.

La línea C estaba dedicada a producir tubos de vidrio, los cuales eran procesados en otro taller del Combinado en el que se convertían en ámpulas para inyecciones, envases para pastillas y otros similares.

Pero los verdaderos desastres del Combinado eran en primer lugar la Casa de Mezcla, casi completamente manual y con muchos problemas tecnológicos, lo que impedía muchas veces que no se pudiera recuperar dentro de la mezcla parte del vidrio defectuoso que se reincorporaba al proceso. Las materias primas empleadas en lo fundamental eran nacionales. La arena sílice como expliqué era del yacimiento de Guane en la provincia de Pinar del Río, en Cuba solamente existía arena sílice adecuada en esa localidad y en Isla de la Juventud; el feldespato venía de la industria Cerámica de Holguín; el carbonato de calcio, de las minas de Tapaste, en las cercanías de San José de las Lajas. También se empleaba parte del vidrio roto reciclado y colorantes. Sólo se importaba el carbonato de sodio. Sin embargo, alguno de los componentes venian contaminados, afectando la pureza de la mezcla, provocando un por ciento mayor de artículos que no cumplían los estándares de calidad y que también incidía en la reducción del tiempo útil de vida de los hornos, por acumularse en sus paredes y conductos muchas impurezas.


CASA DE MEZCLA Y DISTRIBUCION DE MATERIAS PRIMAS.

Esto hacía una gran diferencia con la fábrica de San José de las Lajas, a la que sabiamente la Owen-Illinois le suministraba materia prima ensacada, facilitando el proceso, haciéndola más eficiente y permitiendo una vida de operación más larga en los hornos.

El segundo desastre estaba en la llamada "Casa de Lámparas" inmenso edificio (todo se había diseñado siguiendo los patrones de gigantismo de la Unión Soviética), la cual, muchos años después de estar en pleno funcionamiento el Combinado no acababa de comenzar sus producciones por muchas causas. En ese taller estaba previsto elaborar bombillos fluorescentes de diferentes tipos, lámparas con múltiples destinos: linternas, indicadores, equipos eléctricos, automóviles y otros, así como tubos fluorescentes de 20 y 40 watts.

Había un número importante de técnicos que habían sido entrenados en Hungría igualmente y con ese fin, y llevaban años esperando porque se tomara la decisión de arrancada de la planta. La arrancada fue un fracaso total, algunas líneas se estabilizaron con mucho trabajo y al final tuvieron que cerrar sus operaciones porque era más barato traer las lámparas desde otros países que producirlos en Cuba, al margen de la mala calidad porque también el equipamiento era idóneo no para producir bombillos y lámparas fluorescentes, sino para convertirlo en chatarra. !Quién sabe cuantos millones se habrán despilfarrado en esa experiencia¡.


MAESTROS SOPLADORES.

También estaban dos actividades, más artesanales pero que creo que económicamente salvaban la situación, una era el taller de vidriería de laboratorio, sito en las cercanías de la CTC y que funcionaba eficientemente y con calidad, y otro era la línea de vidrio soplado artesanal, en la cual trabajaban unos pocos maestros vidrieros que habían sido entrenados en Checoslovaquia y que sí sabían lo que era el cristal de Bohemia, tan bueno como el famoso cristal de Murano. Tuve amistad con algunos de ellos y me obsequiaron artículos preciosos elaborados por ellos, casi todos en Checoslovaquia y unos pocos en el Combinado.

El vidrio soplado es una técnica de fabricación de objetos de vidrio mediante la creación de burbujas en el vidrio fundido. Estas burbujas se obtienen inyectando aire dentro de una pieza de material a través de un largo tubo metálico, bien por medio de una máquina o bien de forma artesanal, soplando por el otro extremo, un sistema parecido al que se utiliza para hacer las pompas de jabón, y empleando diversas herramientas y piezas algunas veces construidas por ellos mismos para un fin determinado. Es una tarea muy creativa y con mucho gasto energético pues la exposición al calor es muy fuerte y constante, por eso se les llamaba maestros vidrieros o maestros sopladores y eran los mejor retribuidos en toda la industria.

En el Combinado trabajaban más de dos mil personas, por lo que aparte de ser una fuente importante de empleo también representaba que el país pudiera contar con artículos de vidrio, que aunque sin la máxima calidad, cumplían su cometido.


ALGUNOS ARTICULOS QUE ME OBSEQUIARON LOS MAESTROS SOPLADORES.

Pasé por la dura prueba de ayudante de albañil y quedé consciente de lo que me esperaba, pues conocía el pensar de los trabajadores más humildes y sus preocupaciones, inquietudes y aspiraciones. Ahora veo un programa o más bien un reality show de la cadena CBS que se llama "Jefe Encubierto" donde un administrador o gerente ocupa de incógnito las posiciones más difíciles dentro de una organización para saber las motivaciones y el pensar de los trabajadores y me hace recordar mucho ese momento, aún sin quererlo, pues después fui un jefe de alguna categoría en el Combinado del Vidrio y esa experiencia me sirvió un poco para pensar como ellos.

Entonces comencé a estudiar en el Instituto Técnico de Organización del Trabajo "Julián Grimau", donde me iría muy bien.

El Instituto radicaba en la calle Obispo esquina a Cuba, donde anteriormente estuvo el Ministerio de Hacienda y posteriormente a la Grimau ubicaron al Ministerio de Finanzas y Precios.
Pero merece la pena contar mis experiencias en otro artículo.

domingo, 13 de abril de 2014

PERIODICO REVOLUCION.



PERIODICO REVOLUCION.

Por allá por el año 1963 comencé a trabajar en el periódico Revolución, más propiamente en la imprenta de ese periódico, que no tenía nada que ver con dicha publicación y la impresión del diario y solamente era una dependencia que trabajaba como una entidad independiente que priorizaba los trabajos enviados por la dirección del diario pero dependía fundamentalmente de otros clientes y de unos cuantos particulares. También radicaba bien lejos de la sede del periódico, este estaba en la casi flamante sede del Periódico Prensa Libre, muy cerca de la Plaza de la Revolución, donde Sergio Carbó, fundador y dueño de ese órgano de prensa construyó sus oficinas e invirtió en la más moderna tecnología de impresión y no pudo aprovecharla mucho tiempo, pues su negocio fue intervenido al abandonar el país.

La imprenta se ubicaba en Amistad y San José, a una cuadra del capitolio, en un local bastante grande para una imprenta, la cual tenía un equipamiento moderno para la época sobre todo máquinas alemanas Heidelberg, lo mejor de la tecnología entonces, y tuve la suerte de ser el operario de una de ellas. Eran máquinas automáticas de mucha rapidez de impresión y el fallo en las mismas era casi cero.
La gran parte del taller había sido "intervenida" por el estado, por decirlo elegantemente a un español con una historia de su llegada a Cuba muy parecida a la de Juan Cebrián, pero también más movida y aventurera. A Albino Rodríguez, ex dueño del taller, se le asignó una especie de tarea de asesor, y el administrador era un señor alto, calvo y de muy buen humor y trato llamado Pepe (no recuerdo su apellido) y Albino hacía el papel real de fiscalizador y capataz.

El gallego, porque era gallego también, había desertado en la guerra de Marruecos y recorrido no se cuantos países para llegar a Cuba, también fué nómada con los beduinos y era bien jovencito cuando corrió esas aventuras y llegó a Cuba, como casi todos los españoles, con una mano delante y otra atrás. De aprendiz en la imprenta de un paisano en los años 20 pasó a tener una muy buena imprenta y buen nombre en ese giro en los años 50.


EDIFICIO DEL PERIODICO REVOLUCION, HOY GRANMA.

Pero Albino cumplía su papel como si siguiera siendo el dueño del negocio, le dolía lo mal hecho, la indolencia y la irresponsabilidad. Y el administrador, sabiendo que el que sabía era Albino, lo dejaba hacer y con mucho tino hacía lo correcto porque así el negocio marchaba. Sus antiguos clientes, algunos sobrevivientes de la intervención estatal en sus negocios, lo buscaban y también le llevaban trabajo los que habían corrido igual suerte que él y ahora eran empleados del estado, así que la imprenta no daba abasto para tanta demanda, pero preferían esperar y que el trabajo lo hiciera, no la imprenta del periódico Revolución sino el taller con el cual identificaban la calidad que representaba la presencia de Albino Rodríguez.

Como decía, había muchísimo trabajo y se pagaba a destajo, y además se podían trabajar todas las horas que uno quisiera porque siempre había atraso en las entregas. Así que a ganar dinero nuevamente y además a olvidarme de lo que repentinamente me había acordado en la Escuela de Artes Gráficas: que tenía que retomar los estudios.

Pero la fiebre del oro me encegueció nuevamente y sin pensar en el futuro, solamente en el presente, comencé a trabajar muchísimo, hasta los domingos si era necesario. Así me compré una cadena de plata, una sortija de oro de 18 kilates con mis iniciales, un buen reloj suizo marca Movado, y un radio chino Panda de muchas bandas y alta fidelidad que estaban de moda y oferta entonces.


JARDINES DEL CAPITOLIO DONDE SE DESARROLLABA EL FESTIVAL PAPEL Y TINTA.

Una de las etapas con trabajo extra más del normal era cuando se acercaba el festival Papel y Tinta. Los festivales Papel y tinta organizados por el periódico Revolución, se daban en la Habana (en los jardines del Capitolio y el Parque Central) y en Santiago de Cuba y aunque reunieron a un grupo de distinguidos músicos populares, entre ellos Benny Moré y la Orquesta Aragón, generaron más violencia callejera que innovaciones musicales. Por desgracia y también por suerte solo acerté a participar en el último de ellos, que seguramente fue suspendido por la mencionada razón, aunque los carnavales comenzaban a ser iguales de peligrosos.

Papel y tinta traía consigo mucho trabajo, programas, propaganda, invitaciones, entradas numeradas, modelajes de control, etc. y además teníamos libre acceso y consumo en los mismos, bueno al menos en el de La Habana. Recuerdo que una vez salimos un sábado al anochecer hacia el capitolio y comimos tanto pan con lechón y tamales y tomamos tanta cerveza que me senté en un muro porque me sentía mal y tenía tremendos temblores, un compañero mío se sentó a mi lado y le pasó lo mismo. Albino Rodríguez que se había comido medio puerco y tomado unas pocas cervezas, me agarró fuerte por el brazo, como acostumbraba y nos dijo: que par de "imbéjjiles" (así hablaba como buen gallego) están sentados encima de una piedra de hielo...


BENNY MORE EN EL FESTIVAL PAPEL Y TINTA.

Todo iba bien hasta que un día decidieron trasladar la imprenta hacia un nuevo local, que me quedaba más cerca de la casa pero también era una amenaza, pues era muy cercano a la sede del periódico y teníamos razón en la duda. A Albino Rodríguez después que se instalaran y probaran debidamente el equipamiento, lo jubilaron con honores y se fue de muy mala gana, a Pepe el Administrador lo trasladaron a otras funciones y trajeron a un "destacado" joven miembro de la UJC de apellido López, no recuerdo su nombre, sólo que era hermano menor del que después fuera uno de los mejores fotógrafos deportivos de Cuba: Ricardo López, al cual no se parecía en lo más mínimo.

Lo bautizamos con el sobrenombre de "el mojón" porque eso era: inculto, incapaz, imberbe, nadie menos adecuado para asumir un cargo de dirección en un lugar de tanto trabajo y diversidad. Por supuesto con la ida de Pepe y Albino, los clientes se retiraron, los trabajos decayeron y por momentos, a veces largos, no teníamos nada que hacer. Después vino una avalancha, pero que pasó rápidamente, seguro que a alguien se le ocurrió pensar que a la imprenta había que asignarle trabajo, y poco tiempo después de procesar un poco de modelaje y algunas invitaciones, volvimos a la inacción.

Entonces hubo nuevas ideas para tenernos entretenidos. Históricamente a los trabajadores de las imprentas, sobre todo a los linotipistas y monotipistas, así como los impresores, debían hacer consumo de leche para evitar una enfermedad profesional llamada saturnismo o intoxicación por plomo. Hay que recordar que en la década de los cincuenta, en Cuba surge el desarrollo de la producción de yogur, procesado a partir de leche de vaca y comercializado con el nombre de Yogur Balkán, imitando a los productores de las naciones balcánicas de Europa del Este, aunque en el país en esos momentos, no había tradición para su consumo y, por otra parte, la producción se limitaba a la capital, con un precio superior al de la leche de vaca pasteurizada, por lo que su consumo no era masivo como es hoy en día.


EN MI EPOCA DE GRAN TOMADOR DE LECHE Y YOGUR.

Con el arribo al país de un gran número de técnicos y asesores de países de Europa, quienes participaban en distintas actividades de la vida social, llegaron también sus hábitos alimentarios y, entre ellos, el fomento del yogur, que trascendió como un importante nutriente que se generalizó durante esa época, como suplemento indispensable de los comedores estudiantiles universitarios y las residencias de becados. Un poco como conejillos de indias, al periódico comenzó a asignársele grandes cantidades de leche entera y yogur, primero natural y después de varios sabores. Todo venía en los envases de cristal de un litro de capacidad que se empleaban entonces, los llamados "litros de leche".

Justo frente a la máquina donde trabajaba había un refrigerador, donde había agua fría y alguna cosa que los trabajadores trajeran de su casa. Así que desde ese momento en lo adelante el refrigerador un viejo Norge de principios de los años 50, que enfriaba como el polo norte, se llenaría de litros de leche y yogur diariamente. No había trabajo pero mucha leche y yogur no faltaba.

La medida no tuvo mucho efecto entre los trabajadores, salvo para mí y para otro maquinista, Eugenio, los cuales engullíamos litro tras litro, no merendábamos ni almorzábamos. Pocos meses después y ante la queja de los inconformes que existen siempre, dejaron de traer el yogur de sabores y después, ya solamente traían leche. Pero durante mas de un año mis deposiciones eran lo más parecido que hay a las de un niño de meses y por supuesto que estaba supercalcificado y bien alimentado. Mi gusto por la leche y sus derivados, que mi esposa comparte, felizmente lo heredaron nuestros hijos. Ya después empezó también el invento cubano y la gente comenzó a llevarse los litros de leche y el final fue el de todas las cosas mal hechas en Cuba: botar el sofá, y no trajeron más leche, el que quisiera tenía que ir hasta la cafetería del periódico a tomarla y por vasos, todos los que quisiera.


EN LA ENTRADA DE LA IMPRENTA.

En ese entonces Revolución era el diario más leído entre otras cosas porque abordaba temas de la vida cultural de forma muy amena, sobre todo en Lunes de Revolución, un suplemento dirigido por el después laureado Guillermo Cabrera Infante y con la dirección del periódico por parte del intelectual Carlos Franqui. La sustitución y posterior desaparición del país de ambos, creó sin duda un vacío en el contenido del diario. Se eliminó Lunes de Revolución y fueron dejando de salir secciones de interés y comenzó la era del panfleto total.

El poeta y filósofo bengalí Rabindranath Tagore, Premio Nobel de Literatura, decía que "si cierras la puerta a todos los errores, dejarás afuera la verdad". Eso fue lo que ocurrió.

Salió finalmente de circulación "el Mojón", el cual paso al trabajo político a gritar consignas, donde no había que pensar mucho ni sacar cuentas, sino solo obedecer órdenes, y trajeron a un nuevo administrador, de nombre Silvio, solo puedo decir que era tan incapaz como el anterior pero con edad suficiente para haber acumulado una buena dosis de maldad e intriga, tampoco era conocedor del giro, venía de dirigir a los que distribuían el periódico recién publicado, por lo que la situación no mejoró, sino creo que empeoró. Este personaje aparte de incapaz era intrigante.

Entre esas etapas de trabajo "inventado" hubo una anécdota. Me correspondió imprimir unas horribles tarjetas de felicitación hechas por el entonces famoso (para mi es tan malo como famoso) caricaturista Nuez y su personaje de "el loquito". La felicitación por año nuevo (o mejor por un nuevo aniversario del triunfo de la Revolución) no tenía pies ni cabeza, los trazos eran horribles y de poco gusto y los colores que había que ponerle no eran nada al lado de una sobrecama de retazos de mil pedazos de tela como las que hacían las negras en Cuba.


LAS HORRIBLES CARICATURAS DE NUEZ.

Pues viene el propio Nuez a ver las pruebas de la impresión y cambia algunos colores y yo le pido que me de específicamente la muestra de color, para hacerlos exactos o lo más parecidos posibles, ya que en esa época había pasado la etapa donde había disponible miles de colores de tinta de imprenta y por tanto se hacía necesario crear los colores deseados a partir de los colores básicos y algunos pocos más. Suerte que obré así porque vino el director del periódico, ya entonces periódico Granma, en persona, Isidoro Malmierca. A mi ese nombre me sonaba a "másmierda" y no estaba errado. Con la mirada atenta y sumisa del nuevo administrador dijo que ese trabajo no estaba acorde con el diseño de Nuez y que no se me pagara el trabajo. Ahí mismo le pregunté que si el era el diseñador y le presenté las muestras del cambio de Nuez.

Ahí surgió el colmo de la chicharronería y la mediocridad por parte del flamante administrador, el que dijo que si había que tener en cuenta que eso iba con la firma del director del periódico, que el no había aprobado el cambio, etc. Ese día supe quien eran aquellos dos personajes, uno el que después fuera canciller de Cuba durante unos cuantos años (quién habrá ubicado como diplomático a un personaje tan corto de pensamiento y tan prepotente y poco político) y al administradorcillo insignificante . Por supuesto que no me descontaron ni un centavo porque sabían que tenía la razón.

Una cosa que si recuerdo de ese administrador: en un círculo de estudios o adoctrinamiento obligatorio que se efectuaba en horas de trabajo, éste dijo que en el socialismo no interesaban los costos. Yo que había estudiado un poco el tema como contaré en su momento, le dije que se alfabetizara económicamente. La verdad que el tipo me caía como una bomba por ser tan idiota e incapaz como sumiso. Pero ese tipo de personajes en Cuba sobreviven porque la media es la mediocridad, así que tuve un breve encuentro con él nuevamente en otra de mis incursiones laborales de la que hablaré más adelante. Tropezar dos veces con la misma piedra no es fácil y más cuando la piedra la pone la casualidad.


OSCAR HURTADO Y EDICIONES R.

No puede dejar de hablarse en esta época del logro mayor del lugar donde trabajaba, ya habíamos mencionado el papel destacadísimo que tuvo dentro de la cultura cubana el suplemento Lunes de Revolución, a pesar de su corta vida. Su excepcionalidad llevó a Lunes de Revolución a ser considerado el suplemento cultural más importante de Latinoamérica durante las últimas cinco décadas. Este tabloide semanal del periódico Revolución, nació en marzo de 1959 bajo la impronta de Carlos Franqui y Guillermo Cabrera Infante, y acuñó otros proyectos que incluirían un espacio televisivo, una editora, una compañía grabadora... Sus ambiciones eran las de divulgar toda la buena literatura que se hacía en el mundo, sin olvidar cualquier otra manifestación del arte que contribuyera a forjar el camino que estrenaba la nación cubana. Pero murió de manera prematura y ha dejado una estela difícil de igualar.


EL ARTISTA PLASTICO UMBERTO PEÑA.

Pero un nuevo fenómeno surgió gracias a un par de destacados intelectuales: Umberto Peña, destacado pintor, grabador y diseñador gráfico y persona de excelente trato y vasta cultura (actualmente vive y trabaja en Salamanca, España) y el considerado padre de la ciencia ficción cubana, (también podría ser llamado el padre de la literatura fantástica, policíaca y de terror en el país) Oscar Hurtado.

Hurtado no se destacó como escritor en estos géneros (aunque los cultivó casi todos), sino por su labor difusora y promocional. Su principal título fue "La ciudad muerta de Korad", una especie de tributo a "Crónicas Marcianas" de Ray Bradbury, y la voluminosa antología Cuentos de ciencia ficción cubanos.
Era el alma de la recién creada Ediciones R, donde se editaron clásicos mundiales de la literatura policíaca y de ciencia ficción (los cuales disfruté antes que salieran al mercado pues yo los imprimía y también los encuadernaba y conservé hasta que me fuí a vivir a México) así como títulos de los autores cubanos que cultivaban esos géneros.


LUNES DE REVOLUCION.

Por supuesto, por su dedicación casi obsesiva al tema de la ciencia ficción a Hurtado, que estaba diariamente fiscalizando la impresión de los libros, lo llamábamos "el marciano", fue un personaje inolvidable, muy amable,conversador y culto. También estaba un destacado autor, Angel Arango que tenía dos libros cuyos títulos eran una broma permanente entre los trabajadores de la imprenta. Preguntaban: "A donde van los cefalomos" y la respuesta era: al "Planeta Negro".

Cómo sería la calidad de la edición e impresión de las obras editadas por Ediciones R que en la actualidad existe una regulación de la Aduana General de la República que prohibe exportar obras patrimoniales o con valor museable, libros, folletos y publicaciones seriadas con más de 50 años de publicados, así como Libros cubanos de Ediciones "R" si no posee el Certificado de Exportación del Registro de Bienes Culturales.

También hay que aclarar que en el famoso "quinquenio gris", donde se establecieron trabas a la creación cultural, en particular la literaria, y se concentraron las editoriales y las publicaciones, también se empleó el término de Ediciones R a aquellos libros de texto de cualquier nivel educacional, pero en particular de nivel superior o universitario, en su mayoría textos de medicina e ingeniería. Y estos libros, en su totalidad eran de los llamados "fusilados" o como se llama en la actualidad: "pirateados", pues violaban el derecho de autor internacional y no se pagaba nada por su impresión, distribución y venta.

Después cuando trabajé en el Instituto Cubano del Libro me di cuenta que se podía indiscriminadamente "fusilar" cualquier libro, fuera de texto o un best-seller de otros países e imprimirlo y venderlo en Cuba, pero se armaba un gran escándalo cuando un libro de un autor cubano era publicado en otro país sin el pago del derecho de autor. Después cambiaron las cosas y tanto los escritores como los músicos, principalmente los más prolíficos y destacados registraban sus obras en otros países, para obtener ingresos en moneda fuerte por ellos y así protegerse de lo que en Cuba estaban desprotegidos.


MALANGA

En esos años también debo hablar de que al tener un hijo pequeño y a los niños cubanos hay que darles mucha malanga y no había en el mercado y si se conseguía era sumamente cara, pues decidimos un grupo de compañeros de trabajo hacer una especie de safari por las montañas más cercanas de Pinar del Río. Como el transporte también era un problema pues nos fuimos de madrugada de sábado para domingo, bien incómodos en el camión que transportaba la prensa. Nos quedamos en Artemisa, lugar donde todavía había venta de leche fresca y batidos de frutas los que consumimos abundantemente, y montamos a una destartalada guagua hasta un punto bien remoto de la geografía llamado Rancho Mundito. Allí nos habían dicho que se compraba malanga buena y bien barata.

El final del cuento es que a unos les dió diarrea tomar tanta leche o batidos de plátano, hasta hubo que parar el ómnibus porque había uno que no podía aguantar más, caminamos no se cuántos kilómetros y la malanga salió bien cara. Y del regreso ni hablar, toda una odisea. Por tanto, puestos y convidados.



En esa época algunos sábados por la tarde jugábamos a la pelota, al duro por supuesto, en un terreno que había frente al periódico y al costado del MINFAR y que actualmente es un parqueo, hasta que un día le dieron un pelotazo a uno en un brazo y lo dejaron lisiado por un mes, a otro se le hizo un esguince en un pie y a mi me dieron un dead ball en la espalda, y ahí mismo se acabó mi aventura con el béisbol. Sin embargo estuve cerca de dos años practicando judo, del cual alcancé la cinta azul, que viene siendo algo así como el preuniversitario en ese deporte, porque después sólo quedaban las más difíciles, la cinta marrón y la cinta negra,(la marrón era el título universitario y la cinta negra una especie de posgrado, dependiente de cuántos danes habías alcanzado, por ejemplo mi ídolo Toshiro Mifune era 7mo. dan, lo máximo a alcanzar), pero eso era cuestión de años y entrenamiento. Un buen día en una competencia amistosa me lanzaron por el aire con un movimiento llamado UchiMata y me di un golpazo en la rabadilla, lo que me provocó que años después tuviera que someterme a una operación de la que hablaré. Hasta ahí llegaron mis atrevimientos deportivos, aunque un día que otro a la hora de almuerzo en el taller jugábamos ping-pong o tenis de mesa, pero suave.

Torroella, un diseñador del periódico, entrenador de judo y cinta negra me insistía hasta la saciedad en que no dejara el deporte, pero ni caso, ya había visto el peligro de cerca.

El hecho de no tener muchas perspectivas de superación y haberme casado y ya tener un hijo me hizo reflexionar nuevamente sobre mi futuro y comencé a pensar seriamente en recomenzar los estudios que abrupta y estúpidamente había dejado. Así que buscando y buscando logré, con la ayuda de un primo, cambiar de trabajo con la premisa de priorizar mis estudios. Y puse mis esfuerzos en lograr un trabajo que me permitiera a su vez estudiar.


ASPIRANTE A YUDOCA.